miércoles, 16 de marzo de 2011

Las agencias de Rating y el negocio de tumbar países

OPINIÓN

Capitalismo

Islandia, un país de 330.000 habitantes sirvió de avanzadilla. Tras unos cuantos meses creando confusión cayó Grecia. Al tiempo y tras padecer el mismo castigo mediático cayó Irlanda. Ahora se prepara y la actuación sobre Portugal, a la vez que se incrementan los rumores sobre España.

Los agentes económicos actúan en función de las expectativas que tengas sobre la economía. Si se prevé que una economía tendrá crecimiento sostenido, los inversores irán a invertir su dinero en ese país a la espera de recoger beneficios. Si se corre el rumor de que un país está en mala situación e irá a peor, ningún inversor querrá invertir en el país y algunos incluso se irán, lo que acaba provocando que lo que era un resfriado se convierta en una pulmonía. O como dice el refrán: “A perro flaco todo se le vuelven pulgas” La cuestión es que estas pulgas se las echan poco a poco al indefenso animal para que se mantenga vivo hasta cuando convenga.

Nadie se sorprende de que en la actual crisis los países estén cayendo paulatinamente y siguiendo aparentemente un orden. Primero uno, tras unos cuantos meses otro, luego el siguiente y así unos tras otros en una lista que parece que no acabará. Sin embargo, en economía estas situaciones no se suelen dar habitualmente, lo normal es que según cae el primero, el resto de países con “problemas”, caigan tras él como fichas de dominó, arrastrados por un ambiente generalizado de “pesimismo económico”. O también podría ser, que un país necesitase un rescate, como le ha sucedido a México por dos veces, y que ahí quede todo. Lo que está sucediendo no es natural.

¿Y por qué caen los países poco a poco? Pues bien, ante todo sería más conveniente decir, tumbar que caer. Si una economía está lo suficientemente mal como para derrumbarse, lo hará por si sola. Estas cosas no suceden de la noche a la mañana y menos en la actualidad tratándose de países pequeños o medianos, y menos dentro de la Unión Europea donde hay unos patrones de seguimiento y de comparación económica entre países muy estandarizados. Las agencias de rating están sosteniendo o desestabilizando economías en función de la capacidad del mercado para hacer frente a las compras de la deuda de los países con “problemas”. Para hacer frente a la compra de deuda, las entidades que compran estas deudas (bancos por ejemplo) necesitan muchísima liquidez (se podría decir para simplificar, que necesitan dinero en efectivo). Pero si la liquidez que tienen la han “usado” ya en comprar la deuda de un país que acaba de “caer”, no tienen la capacidad de comprar la deuda de otro sin un tiempo para recuperarse y disponer, de nuevo, de más liquidez, pues hay que tener en cuenta que el Banco Central Europeo (BCE) ha tenido y aun tiene (por poco tiempo parece), los tipos de interés en mínimos históricos, lo que quiere decir que el BCE (que el el que presta dinero a los bancos que compran la deuda) aportó y está aportando una liquidez histórica al sistema financiero (y ya no puede bajar más el precio al que presta el dinero) y aun así, el sistema financiero no dispone de suficiente liquidez como para hacer frente a la compra de la deuda de más de un país a la vez.

En definitiva, la caída de los países se está llevando a cabo de manera artificial en función de la disponibilidad de liquidez para hacer frente al negocio enormemente lucrativo de compra de la deuda de países que estaban mal y han conseguido dejar en estado crítico. Como el médico que al enfermo hipocondríaco le dice que se pondrá peor sólo por el afán de verle empeorar y de que vuelva a su consulta. Las deudas son el negocio del sistema financiero; primero fue la deuda de las familias, tras éstas las empresas y ahora la de los países.

Evidentemente, tras todo lo dicho, no cabe duda de que cuando las políticas económicas son insuficientes, mal enfocadas o se hacen tarde y mal, todo empeora.

No al Anillo - Los reyes magos y la prostituta

OPINIÓN

Política


La oportunidad que nos señala como destino de una inversión prestigiosa no tiene muchos precedentes. Fue por Navidad, y de noche, sin que nos diésemos cuenta, cuando nos trajeron lo que llamaban el anillo ferroviario de Antequera.

La suerte de las campiñas de Antequera, Mollina, Humilladero y Fuentepiedra es una suerte geográfica, de encrucijada de flujos de movilidad y, por tanto, de intermodalidad y de logísticas asociadas a los movimientos de personas y mercancías. Para unos eso es una ventaja y para otros, para mí por ejemplo, tiene un inconveniente que se puede hacer entender desde los desaciertos y torpezas de estas infraestructuras, que no parecen acabar nunca. Aprovechar la oportunidad de una importante inversión de infraestructura para encontrar ventajas colaterales debería ser, siempre que se pueda, un presupuesto a la idea. Pero tras años y proyectos realizados, no acabo de encontrar esas ventajas.

Una campiña productiva y habitada, muy bella para quien la haya conocido de cerca, sacrificada a las demandas importantes de esta época, que parece necesitarla de otra manera, desestructurando por ello su lógica histórica, su unidad y su coherencia geográfica. Una campiña que pone su cuerpo en un apasionado encuentro sin amor. Una y otra vez, para una violación muy barata, consentida por el "interés general".

Polígonos industriales y parques logísticos que facilitan a las empresas economías de localización y lógicas de distribución, pero de dudoso interés para el territorio que invaden. Una red de FFCC de alta velocidad que construye su cruce y parada, en la nada, lejos de su ciudad principal, para perplejidad de los expertos que ven en ello su nula utilidad como motor de centralidades ante la mirada atónita de los ciudadanos de Antequera. Una malla de autopistas trazadas con lógicas origen-destino, con mucho desafecto por el suelo en el que se apoyan.

Esto, seguramente, tiene como explicación más plausible el cortoplacismo de hacerlo lo más barato posible. El paisaje y sus habitantes, sus lógicas productivas cimentadas en décadas de cuidadoso trabajo, son invisibles para quienes sólo necesitan el plano uno cincuentamil para comprender una realidad y proyectarla desde instituciones y oficinas técnicas lejanas y desapegadas del lugar.

Y ahora el anillo. Nuevo sacrificio que le pedimos desde una provincia que necesita y ve en esa inversión una tabla para mantener su destino a flote, dispuesta a volver a prostituirse con una consigna asimilada durante décadas: "desarrollo y riqueza al precio que sea". Una actitud que vista con perspectiva, y quizás simplificando algo, no ha dejado mucho más que salarios. ¿Dónde está el supuesto capital acumulado que ha necesitado del sacrificio del litoral y de las periferias de nuestras ciudades? Si quiero el anillo es para que todas sus ventajas no se alejen ni un milímetro de la provincia ni del lugar que lo pone todo.

La justificación que se cimenta en un futuro de progreso y empleo para la zona afectada he podido escucharla de sus promotores directamente, pero está adornada de una demagogia que por exagerada, escasa concreción y poco rigor de ejemplos comparativos con otras actuaciones similares en otros lugares, hay que considerarlas, al día de hoy, falsas y cercanas a un guión de Los Simpson. Ridículos y poco trabajados los argumentos y envilecidas las respuestas de los afectados. Todo porque no se quiere dejar escapar una inversión gigantesca que no tiene otro destino posible que Andalucía y una localización posible que la antequerana. Lo demás están siendo promesas no deseadas.

No al anillo si no se plantea como un proyecto que minimice su propio impacto, de difícil compatibilidad con la delicada realidad existente. Un proyecto paisajístico que cuide la continuidad del paisaje y la máxima integridad de la parcelación agrícola, caminos o corredores biológicos… su historia de siglos… que defienda así derechos históricos de trabajado cuidado del paisaje, de la productividad y calidad de vinos y aceites de la zona, y para facilitar la reconstrucción del tránsito e itinerarios de la fauna del lugar.

Soluciones que en muchos casos, si los proyectos se cuidan en cada detalle, en cada parcela, en cada persona, como debería hacer un proyecto en este siglo, no necesitará expropiar y expulsar a tanta gente de allí. Hay que negociar cada caso, cada caso repito, porque aquello no es el Putumayo.

Aprovéchese así este proyecto además de para probar y perfeccionar máquinas a 500 km/h, para investigar en cómo minimizar los impactos medioambientales que implican esas velocidades en los diseños que hacen los ingenieros. No se acaba de decir claro, pero estas velocidades implican trazados y contaminaciones acústicas de proporciones brutales, que allí van a quedar.

O por qué no acompañar, por una vez, este proyecto de otro que compense la generosidad de este cuerpo tantas veces prostituido, dejando algo más que esta restauración de sí mismo que sugiero. Una mejora de lo existente, un parque corredor biológico interno en las vegas de Antequera, Mollina, Humilladero y Fuentepiedra, conectando las sierras, con las lagunas, los centros urbanos de los pequeños núcleos existentes, con ideas que permitan aportar nuevas plusvalías medioambientales, para todos los malagueños de aquí: personas, aves, y resto de la fauna que formamos este ecosistema.

Si la lógica de este proyecto se entiende de otro modo, del mismo modo en que se ha hecho todo lo demás en esta tierra, me opongo al anillo. Porque al cabo del tiempo, no quedará nada, sólo la memoria del sufrimiento y de la pérdida de un lugar único.

Nos dijeron que la incorporación al mercado laboral de las mujeres, traería consigo nuestra emancipación: nos engañaron

OPINIÓN

Feminismo


La lucha por la liberación de las mujeres, por la equiparación de derechos sigue siendo uno de los principales espacios de confrontación y transformación social.

Capitalismo y patriarcado llevan siglos complementándose y adaptándose el uno al otro, no hay más que ver cómo el actual contexto de crisis ha agudizado la feminización de la pobreza y la sobreexplotación de la fuerza de trabajo femenina.

Nos dijeron que la incorporación al mercado laboral de las mujeres, traería consigo nuestra emancipación: nos engañaron. Más bien al contrario, seguimos asumiendo el trabajo doméstico y de cuidados, al tiempo que accedemos a los trabajos menos valorados y con condiciones laborales más precarias. Los datos del paro del último mes no son nada reveladores: De los 1.135 puestos de trabajo destruidos en la provincia en el último mes, todos y cada uno de ellos correspondían a mujeres; el 87% de los contratos a tiempo parcial corresponden a mujeres. Datos que constatan que la capacidad de parir de las mujeres, y la responsabilidad del trabajo doméstico y de cuidados son fenómenos que continúan determinado a la baja las condiciones en las que las mujeres acceden y permanecen en el mercado laboral. Si a ello sumamos la reducción del gasto público y el proceso de privatizaciones de servicios, acentuado en los últimos años, con el pretexto de la crisis, podemos decir tranquilamente que la exclusión y el desempleo tienen rostro de mujer.

A luz de la realidad, sentenciamos que las políticas de igualdad han sido un fracaso.
Han sido un fracaso por dos razones. Por el enfoque y por el impacto de su desarrollo. Medidas legislativas como la ley contra la violencia de género, la ley de igualdad o la ley de dependencia, que no parten de un cuestionamiento de la división sexual del trabajo ni de la necesidad que tiene el sistema de fracturar las condiciones laborales de la clase trabajadora para segregar intereses e incrementar la tasa de beneficio. Políticas para la igualdad que no evidencian el tremendo ahorro de gasto que significa para el Estado la contribución del trabajo de cuidados invisible y gratuito que desarrollan las mujeres.

Políticas carentes de un enfoque integral que toleran que perviva el patrón “Hombre” como destinatario absoluto de las políticas públicas, al tiempo que son abordadas como políticas sectoriales, contradictorias en la mayoría de los casos con las políticas generales que emanan del mismo gobierno. ¿Cómo se puede hacer gala de la apuesta por la igualdad, cuando se aprueban leyes como la reforma del sistema de pensiones que vierte sus efectos más severos sobre las mujeres, por ser nosotras las que tenemos mayores lagunas de cotización?

Las políticas de igualdad impulsadas en la pasada legislatura, resultado de la lucha de los movimientos feministas, fueron aplaudidas y aún hoy las seguimos considerando un avance, sin embargo, su puesta en marcha ha evidenciado que no son una prioridad política y que los raquíticos recursos de que disponen las convierten en políticas de escaso impacto (sirva de ejemplo el dato de que solo un 10% de las empresas mayores de 250 trabajadores de la provincia, aplican la ley de igualdad, cuando para todas ellas es obligatorio).

El avance en cuanto a la incorporación de determinados planteamientos feministas, de corte liberal especialmente, en la estructura institucional, con la creación de los institutos de la mujer, las redes de casas de acogida, la creación de departamentos de investigación que trabajan en la inclusión de la perspectiva de género, el nacimiento y pronta defunción del Ministerio de Igualdad, ha tenido un doble efecto. De un lado, ha potenciado avances en cuanto a la visibilización de las mujeres y protección y en cuanto a los derechos formales de estas; de otro lado, ha contribuido a que se produzca cierto “espejismo de igualdad” que ha hecho que se baje la guardia y que se confundan derechos formales con derechos reales, efectivos y universales. Dándose incluso un rebrote de discursos públicos profundamente machistas que se suma a la oleada de micromachismos cotidianos que soportamos las mujeres.

Al mismo tiempo, el feminismo liberal ha ganado hegemonía y visibilidad, mientras que los feminismos de corte más materialista, que promueven alternativas al sistema capitalista y al heteropatriarcal, han quedado debilitados e invisibilizados por la estrategia de acuerdos de mínimos. Estrategia que ha sido enormemente útil pero que ha hecho que hayamos convertido la táctica en estrategia, restándole capacidad crítica y contestataria y capacidad de acción al movimiento.

Por tanto, tenemos algunos retos que pasan por situar el análisis y la propuesta feminista en Izquierda Unida como una prioridad política de primerísimo primer orden. Partiendo de un enfoque integral, que sitúe la división sexual del trabajo y el proceso de feminización de las condiciones laborales del conjunto de la clase(o lo que es lo mismo, el proceso de precarización) en el centro de su análisis, discurso y práctica política.

Tenemos el reto de construir un programa feminista de máximos, diseñado desde la participación ciudadana, la participación política y social de las mujeres. Por tanto, hemos de impulsar procesos participativos en los espacios y tiempos de las mujeres, que contribuyan a fortalecer sus redes y a consolidarlas como dinamizadoras, referentes y motores del desarrollo humano en la ciudad. Fortalecer las redes de mujeres significa fortalecer la comunidad y también hacer operar en la sociedad valores asociados históricamente a las mujeres, como la cooperación, el cuidado, la solidaridad, etc.

Al mismo tiempo, es la hora de impulsar políticas para la igualdad que incluyan a los hombres. Me atrevo a decir que el grado de conciencia feminista entre las mujeres es mayor que entre los hombres, muchos hombres siguen resistiéndose a perder los privilegios de que disponen, por tanto, es necesario impulsar políticas y procesos educativos que favorezcan que los hombres se deshagan de sus principios y comportamientos patriarcales, también de aquellos que les oprimen a ellos.

Gran trabajo nos espera.

#nolesvotes Islandia no, Magreb sí

OPINIÓN

Movilizaciones


Siguiendo con la cuestión que abordaba hace unos días, la silenciada revolución islandesa, que ha supuesto un vuelco en el panorama político de esta pequeña nación europea, hay que preguntarse cuál es el motivo de que un hecho de estas características no haya tenido reflejo mediático, mientras que cada día nos desayunamos, comemos y cenamos (TVE ha llegado a tener tres periodistas en El Cairo) con los sucesos del Magreb, con las revueltas populares de Túnez, Egipto o Libia.

Vaya por delante que entiendo que lo normal es lo que está sucediendo, informativamente hablando, con el Magreb, es decir, que sucesos de tal transcendencia sean recogidos por los medios. Lo que resulta sorprendente, desde esa presunta objetividad de los medios, encargados, en teoría, de contarnos lo que sucede, es el silencio que se cierne sobre Islandia. Porque, si en Islandia ocurren cosas, ¿por qué no nos las cuentan? Por ello, me atreveré a proponer una hipótesis explicativa.

El tratamiento que los medios están realizando de los acontecimientos del Magreb subraya que son movilizaciones de carácter democrático contra regímenes de carácter autoritario. No vamos a entrar ahora a valorar que, de la noche a la mañana, regímenes amigos, y en algunos casos puestos como ejemplo, véase Túnez, se hayan convertido en feroces dictaduras a las que ese faro de la libertad y la democracia que se llama Occidente exige respeto a los derechos humanos y libertades. No vamos a hablar de ello, ni de esa hermana monarquía marroquí, tan amada por nuestra Corona. Lo que sí voy a subrayar es que se describen las movilizaciones como movilizaciones de ciudadanos, se ha dicho textualmente, que "quieren ser como los europeos". Es decir, somos tan magníficos que todo el planeta desea ser como nosotros. Resulta difícil saber con qué objetivos se mueven las masas en el Magreb, incertidumbre que, en el fondo, carcome a nuestros gobiernos. Sin duda, los proyectos políticos serán diversos: desde islamistas radicales hasta liberales, pasando por comunistas, nacionalistas, etc. Pero el mensaje mediático es claro: quieren ser como nosotros. Es una manera de subrayar lo afortunados que somos, pues no tenemos que recurrir a poner en peligro nuestras vidas para alcanzar la libertad: ya somos libres. Tanto, que somos la envidia del planeta. Podemos continuar con nuestra siesta democrática, abismados ante la televisión, y decidir con tranquilidad, y muy democráticamente, quién nos representa en Eurovisión o si la mano del defensa en el área fue o no penalti. ¡Vote, vote usted!

Las movilizaciones en Islandia, ésas que se han cargado dos gobiernos, que han exigido el encarcelamiento de los jerifaltes económicos del país, que se han negado a asumir las deudas de los bancos, que han promovido una asamblea popular para redactar una nueva Constitución, que han dado un corte de mangas al FMI y a los mercados, esas movilizaciones no pueden ser presentadas por los medios con simpatía, sino con preocupación. Porque subirían al escenario a un pueblo que, lejos de doblegarse, de asumir deudas ajenas e imposiciones irracionales, ha dicho basta. El efecto de imitación que provocan los medios es brutal. La televisión estuvo en el centro de las revueltas de los países del Este, que comenzaron a imitarse los unos a los otros; lo ha estado en las revueltas del Magreb, con los efectos que estamos advirtiendo. Por eso es preciso silenciar a Islandia, o poner sordina a las diez huelgas generales de Grecia, no vaya a ser que a los europeos nos dé por pensar que, hombre, igual tienen razón los islandeses y ya vale de que nos tomen el pelo. Y empezáramos a reunirnos en las plazas, y a coger cacerolas, y a decirles a los Tanto-monta-Monta-tanto (PP-PSOE-CIU-PNV-PAR-CC) que hasta aquí hemos llegado.

Aquel volcán islandés de nombre impronunciable, aquel que llenó Europa de cenizas, sirve de perfecta metáfora para lo que acontece. El volcán político del norte debe ser silenciado, pues su nombre --no recuerdo bien si es democracia o participación popular--, en nuestras geografías políticas neoliberales, resulta impronunciable. Es preciso borrar las huellas de su erupción.

Profesor de Filosofía. Universidad de Zaragoza

Endesa y FAES desvelan el programa oculto nuclear del PP

ESTADO ESPAÑOL

Política



El presidente de la eléctrica asegura que el partido «evalúa» construir nuevas instalaciones.

Mientras el PP intenta enfriar el entusiasmo nuclear del que ha hecho gala en el último año, Endesa, segunda eléctrica española, da por hecho el fervor atómico de los conservadores. Su presidente, Borja Prado, afirmó ayer desde Londres que "está claro que el PP tiene la voluntad, si gobernase, de ser pronuclear", y aseguró que ese partido "evalúa poner nuevos emplazamientos [atómicos] o repotenciar" los existentes. "Esos son los mensajes que he podido percibir", dijo Prado, en respuesta a las propuestas del reciente informe de la Fundación FAES el laboratorio de ideas del PP que aboga por el "renacer nuclear".

La compañía tiene en su consejo de administración a un exsecretario de Estado de Economía con el PP, Luis de Guindos, y fichó en enero a José María Aznar como asesor.

La propia FAES también abundó ayer en la tesis de Endesa. El secretario general de la fundación y diputado del PP, Jaime García-Legaz, reiteró a Europa Press que FAES en su informe "es clara" y dice lo mismo que el partido de Mariano Rajoy, "justo lo que dice [María Dolores de] Cospedal", que "la prolongación de las nucleares tiene que estar sujeta a criterios técnicos", hasta más allá incluso de los 60 años. Pero el documento recomienda asimismo, y directamente, "iniciar un plan de selección de emplazamientos para nuevas centrales nucleares". La número dos de los conservadores eludió el lunes comentar el texto de la fundación. "La FAES es la FAES", dijo para escurrir el bulto. Y ayer fue Soraya Sáenz de Santamaría la encargada de explicar la postura matizada del PP. Es "necesario" analizar las condiciones de seguridad de las plantas nucleares españolas y aumentar la sintonía con la UE, precisó la portavoz. "Es un tema que nos atañe a todos y que no entiende de fronteras, y debe existir una mayor coordinación de seguridad nuclear", añadió, informa María Jesús Güemes.

En el programa electoral de 2008, el PP prometía en varias ocasiones "mantener los emplazamientos y gestionar la vida útil de las centrales nucleares existentes en línea con las tendencias internacionales y con el asesoramiento del Consejo de Seguridad Nuclear [CSN]". Nada afirmaba de la edificación de más plantas atómicas, como recalcó Prado y repitió FAES.

- Sebastián congela su agenda.

El análisis de la catástrofe en Japón también tuvo su reflejo en la actividad del Gobierno. Por la mañana, José Luis Rodríguez Zapatero se reunió con la presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten. La entrevista, "larga" y de carácter "técnico", se centró en la evaluación de la situación de emergencia en el país nipón y las posibles consecuencias de la radiación liberada a la atmósfera, según relataron fuentes de la Moncloa, informa Gonzalo López Alba. Martínez Ten, por su parte, comparecerá en breve en la Cámara Baja, gracias al acuerdo alcanzado por PSOE y ERC.

Zapatero también decidió ayer crear una comisión de seguimiento para "asistir" al Gobierno "en cuantas decisiones deba tomar en relación con los acontecimientos" en Japón, tal como indicó el Ejecutivo. El órgano, que tendrá su primera reunión hoy, estará presidido por el director de Gabinete del vicepresidente primero, Gregorio Martínez. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, suspendió ayer su agenda sobre temas turísticos en Tenerife para volver a Madrid y mantener diversos encuentros sobre la crisis nuclear.

La izquierda del PSOE exigió valentía al Gobierno. Los diputados de IU e ICV, Gaspar Llamazares y Núria Buenaventura, volvieron a reclamar el cierre de las centrales y que no se alargue su vida útil. Sin embargo, la titular de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, aseguró que "no es el momento" ahora de debatir acerca de las instalaciones españolas.

Muestra cofrade de la comarca de Antequera

CULTURA

Exposiciones



La comarca de Antequera tiene una amplia riqueza en cuanto a tradición y patrimonio cofrade se refiere. Para darlo a conocer, el centro comercial La Verónica, en Antequera, acogerá del 17 al 19 de marzo su segunda muestra cofrade, un encuentro de hermandades, cofradías, artesanos, artistas y empresas. La inauguración del acto se llevará a cabo a partir de las 12:00 y contará con la asistencia de representantes del ayuntamiento de la propia localidad de Antequera y de numerosos cofrades de la comarca. Tras la inauguración, se realizará una visita guiada a las distintas exposiciones de las hermandades y cofradías, haciéndoles entrega de un diploma en reconocimiento por su participación. Durante estos tres días, el centro comercial contará con varios expositores de diferentes cofradías de la comarca de Antequera y provincia. Es una gran oportunidad para conocer el sentir cofrade de la comarca, de sus cofradías y de la riqueza patrimonial que posee, a veces desconocido.

Además los visitantes que acudan a ver la muestra podrán disfrutar de diversas actuaciones de bandas de músicas y de cornetas y tambores que interpretarán diferentes marchas. También habrá cantes de saetas y una representación de La Pasión de Cristo en vivo. De esta forma, el centro comercial La Verónica muestra su apoyo para divulgar la mayor tradición de toda la comarca, la Semana Santa.

Sindicatos y plataformas acuerdan este miércoles en Antequera (Málaga) nuevas acciones contra la Ley de Reordenación

ANDALUCÍA

Movilizaciones


Sindicatos y plataformas de empleados públicos tienen previsto reunirse este miércoles en Antequera (Málaga) para aprobar una serie de movilizaciones en contra de la Ley de Reordenación del Sector Público de la Junta, entre las que se barajan una marcha de empleados públicos a Madrid, partiendo de las diversas provincias.

Según han indicado a Europa Press fuentes sindicales, cada organización ha efectuado sus propuestas, pero no será hasta este miércoles cuando se decidan qué acciones acometer, dentro de la filosofía de unidad de acción que existe en esos colectivos.

Éstas serán las primeras movilizaciones conjuntas tras la protagonizada el pasado 28 de febrero, ante el Parlamento andaluz en contra de esta reordenación.

Así, el Sindicato Andaluz de Funcionarios de la Junta de Andalucía (Safja) aboga por la presentación de iniciativas legislativa popular donde pide que se derogue la actual ley de reordenación del sector público y se aprueben una nueva norma, entre otras movilizaciones y manifestaciones, de forma que este sindicato tiene previsto organizar marchas a pie, recogidas de firmas o incluso la celebración de un referéndum en la Administración General, en unas acciones que pretende llevar a cabo junto a otros sindicatos y plataformas.

Así, entre las nuevas movilizaciones, el Safja prevé llevar a cabo manifestaciones regionales, marchas a pie desde diversos puntos de Andalucía hasta el Parlamento andaluz o recogida de firmas para una iniciativa legislativa popular para protestar en contra del decreto ley de reordenación del sector público, además de seguir por la vía judicial acudiendo al Tribunal Constitucional y a la UE para conseguir la retirada del decreto ley.