domingo, 27 de febrero de 2011

La cúpula del PP quiere que Camps dimita si es condenado por los trajes

ESTADO ESPAÑOL

Política
Francisco Camps fue proclamado candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana por unanimidad en los órganos nacionales del PP, igual que el resto de candidatos a presidentes autonómicos. Pero esa designación ha abierto “una situación incómoda” al entorno de Mariano Rajoy, según confiesa uno de los más estrechos colaboradores del presidente del PP. La cúpula popular hace sus cálculos y, aunque descarta absolutamente que Camps se siente en el banquillo antes de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, sí teme que tendrá que hacerlo en otoño. A partir de ahí, ante la peor de las hipótesis, la de que sea condenado, varios miembros de la dirección del PP se inclinan por que abandone su cargo y anuncie de inmediato su dimisión. Pero eso es algo que –admiten todos los consultados por cuartopoder.es– no está en manos de Rajoy, ni de la dirección del PP, sino del propio Francisco Camps.

Uno de los más estrechos colaboradores de Rajoy, asistente a las selectivas reuniones de maitines, asegura que, aunque el delito de cohecho pasivo impropio que se imputa a Camps no conlleva una pena de cárcel, ni siquiera de inhabilitación, sí lleva consigo una “pena de banquillo”, además de la consabida multa que el fiscal quiere fijar en 41.250 euros. Esa “pena de banquillo”, más allá del perjuicio que pueda ocasionar al presidente valenciano, puede producirse el próximo otoño, a pocos meses de la celebración de elecciones generales. Para entonces, según los cálculos de los dirigentes populares y, como señalan todas las encuestas, Camps sería presidente de la Comunidad Valenciana, pero Rajoy estaría en plena precampaña. Y a ninguno de los suyos le gustaría que el asunto de los trajes se convirtiese en un arma con la que atacar a un Rajoy, que ve cada vez más cerca el Palacio de la Moncloa. Por eso, desde el entorno de Rajoy, ven con preocupación esa hipotética situación y no dejan lugar a dudas. “Si Camps es condenado –afirma tajante otro de los más estrechos colaboradores de Rajoy– debería dar un paso atrás”.

Para otro alto dirigente del PP, del más estrecho círculo del líder popular, Camps no sólo debería dimitir si resulta condenado, sino que debería anunciarlo antes de ser elegido, a modo de compromiso electoral. “Paco (Camps) debería explicar a los ciudadanos –argumenta este dirigente– que es inocente y que lo demostrará, si es preciso, ante los tribunales, y añadir también que si, pese a todo, resulta condenado, no permanecerá ni un solo día al frente del gobierno de la Generalitat”. Esa opinión, que –según este mismo miembro de la cúpula del PP– ha sido barajada en alguna de las reuniones de maitines que celebra Rajoy con su círculo de colaboradores más estrechos, es la que cuenta con más adeptos entre quienes ocupan los despachos de la sede popular de la madrileña calle Génova. Pero no parece que el presidente valenciano considere esta opción. Y, según confiesan todos los dirigentes del PP consultados por cuartopoder.es, nadie va a intentar forzar al presidente valenciano a que asuma esta tesis. “Es algo que debería decidir y anunciar solamente él”, comenta mientras se encoge de hombros otro destacado miembro de la cúpula del PP.

No parece que Francisco Camps se haya dejado aconsejar y mucho menos que acepte las tesis de Génova sin rechistar en lo que al caso de los trajes se refiere, ni tampoco en la forma de afrontar las implicaciones de la trama corrupta Gürtel en la Comunidad Valenciana. Por eso, los mismos dirigentes que admiten en privado que la estrategia “razonable”, en caso de que Camps sea condenado, es la dimisión inmediata, admiten con resignación que, llegado el caso, “la última palabra la tiene Camps” y que de nada van a servir sus especulaciones ni sus hipótesis de trabajo.

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